Bull terrier: historia, carácter y características del gladiador de las razas caninas

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El bull terrier es originario de Inglaterra y debe su nombre al antiguo trabajo de sus antepasados: los toros de lidia. De los orígenes a las características, todo sobre el bull terrier.

Nunca, como en el caso del bull terrier, la socialización y la firmeza del propietario son esenciales para obtener un perro dócil y, sobre todo, apto para la vida social. La raza actual procede de cruces del antiguo bulldog inglés (ya extinguido) con diversas razas de terrier. El bull terrier se seleccionó para controlar el territorio de las infestaciones de ratones y otros pequeños roedores -y, de hecho, ésta ha sido siempre la prerrogativa de un terrier- y, por desgracia, para luchar contra otros perros o animales, un deporte muy popular en la Inglaterra de la época.

La selección inicial del bull terrier combinaba las especificidades de los terriers, como la velocidad y la destreza, con la tenacidad y la poderosa mordida del bulldog, utilizado para luchar contra osos o toros atados a una estaca. Con el tiempo, la raza se diversificó aún más, dando lugar a dos especies distintas y más pequeñas: el bull terrier propiamente dicho y el Staffordshire bull terrier. Hacia 1850, un criador inglés -James Hinks- empezó a seleccionar la raza tal y como la conocemos hoy, realizando nuevos cruces entre bulldogs y otro terrier ya extinguido, el English White terrier. En 1887 se fundó el primer club de la raza, pero el reconocimiento oficial no llegó hasta 1933.

Un perro que necesita pulso y socialización

El bull terrier es conocido como el «gladiador» de las razas caninas, precisamente por su infatigable temperamento luchador. Sin embargo, también es un perro al que le gusta permanecer en casa, es tranquilo y no es propenso a la destructividad ni a los excesos. Necesita, eso sí, mucho ejercicio para desahogar su energía innata y su espíritu activo. Muy importante para un perro de este tipo es la socialización, que debe tener lugar desde los primeros meses de vida. Acostumbrar al bull terrier al contacto con otros animales, con sus congéneres, con las personas y con los extraños en general, es esencial para el correcto desarrollo de las cualidades de este perro seleccionado para la lucha y la superación.

La separación de la cría del bull terrier de su madre debe producirse después de los dos meses de edad. Los perros separados precozmente de sus madres pueden traer consigo problemas de carácter que no son fáciles de corregir más adelante. Conviene recordar que el cachorro puede dormir mucho: el bull terrier suele ladrar muy poco y nunca de forma inapropiada. No obstante, ante la elección de una raza de este tipo es básico no sólo conocerla a fondo, sino también tener bastante experiencia con perros -no es aconsejable si es la primera vez que se elige un bull terrier-, lo que puede servir para dar al cachorro una base educativa y forjar su futuro carácter.

La salud del bull terrier

El bull terrier es un perro indudablemente potente y musculoso, sin grandes enfermedades hereditarias, que no presenta trastornos genéticos/hereditarios particulares. La veterinaria Cinzia Cortelezzi explica: «Sin embargo, los perros de esta raza con un pelaje totalmente blanco suelen ser más delicados y susceptibles a las alergias y la dermatitis. Cuidado también con las picaduras de insectos, que pueden provocar reacciones alérgicas en la delicada piel del bull terrier, con inflamación generalizada, hinchazón y picor. Es, sin embargo, un perro enérgico y activo que requiere ejercicio diario de al menos una hora. Un estilo de vida atento», prosigue el experto, «combinado con una dieta sana contribuye a mantenerlo sano física y conductualmente».

Cuidados diarios del bull terrier

El pelaje de los perros de esta raza no requiere cuidados especiales: bastará con un cepillado semanal o un paño humedecido en vinagre si el cuadrúpedo se ha ensuciado después de una excursión o una carrera por el barro. Hay que tener en cuenta que la piel del bull terrier es sensible. Cepillarlo con un cepillo para perros de pelo corto también ayudará a eliminar el polvo o la suciedad que, a la larga, podrían causar irritaciones cutáneas. Las uñas y las puntas de los dedos deben revisarse periódicamente para evitar problemas en los pies. También para el bull terrier se aplica la atención al peso: un perro de esta raza obeso o con algunos kilos de más podría, a la larga, encontrarse con patologías generalmente desconocidas para el gladiador de las razas caninas, conocido desde hace siglos por su robustez y resistencia.

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